Iba caminando por el parque distraído necesitaba no ubicar
las formas por su recuerdo anterior, quería aplicarle un nuevo significado,
pero me era imposible, todo me remitía a experiencias anteriores.
Tenía que comparar si o si con vivencias, con recuerdos, con
pasados.
Estaba atrapado, por mi yo anterior.
No podía elaborar nada nuevo, solo era capaz de reubicar de
manera mas o menos aleatoria todas las antiguas impresiones.
Era imposible arrancar de cero.
Imposible, arrancar, cero, todos conceptos aprendidos, pre
establecidos, impresos en mi cerebro, en mi consiente, en mi.
Por más que me esforcé no lo logré, el Paraíso con sus
venenitos marrones cayendo, abriéndole la puerta al benigno otoño, no dejaba de
ser el árbol proveedor de municiones, para mi arma de rulero con globo.
Globo que provocaba la alegría irascible en mi niñez porque
era, sinónimos de cumpleaños, fiesta, comida especial, con el gusto de lo
casero de la familia.
Familia que empezaba a crecer, despacio, echando raíces firmes,
para luego elevarse hacía el cielo como un árbol
No lograba salir del laberinto de mi mente.
Se que nunca lo lograré, solo reubicaré los recuerdos una y
otra vez.
Alguna de la veces será una re-organización tan distinta,
que pensaré haberlo logrado, haber creado algo nuevo.
Pero solo será una ilusión.